Siempre intento llegar con mucha antelación al aeropuerto, pero en más de una ocasión, y sin saber muy bien cómo, he estado a punto de perder el avión, incluso estando muy pendiente de los horarios y la puerta de embarque.
Esta sensación es la que experimento cuando pienso en el gran reto que supone la transformación de nuestra industria y nuestra economía, cuando pienso en España 4.0.